De que Estamos en el Rebaño porque Somos Conocidos...

14 Yo soy el buen Pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
Juan 10:14

Que en Ezekiel 34:4 leamos cómo Dios reprocha a los jerifaltes de Israel el no haber vuelto al redil la descarriada, ni buscar la perdida provoca la siguiente pregunta:
Cómo puede estar descarriada y perdida una oveja si al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños...?

Tal vez la respuesta se encuentre en que en nuestro peregrinar cristiano hay una fase donde es necesario deambular, pues el rebaño acoge a aquellos que oyen a su Pastor, pero que se desvían tanto en sus ensoñaciones que flirtean con la mentira/herético, así como acoge a aquellos que están llamados a salir de nosotros porque no eran de nosotros, y que en su salida arrastran temporalmente a los que eran de nosotros... pero volverán.

Pero por qué decía que el deambular es necesario?
Para acoger a los que cuando caminamos cerca del Pastor deambulan, pues hemos pasado por lo mismo y entendemos que seguimos al rebaño no porque sepamos a qué Pastor seguir, sino porque el Pastor nos conoce.