lunes, 13 de enero de 2014

De la Muerte Sustitutiva del Justo por los Pecados de Israel en la Literatura Judía...

Una de las objeciones judías más comunes a la interpretación de Isaías 53 como la del justo Siervo de Dios entregando su vida a favor de los injustos es que es una abominación a ojos de Dios.

Sin embargo, en la ora de Solomon Slechter, Some Aspects of Rabinic Theology, es decir, Algunos Aspectos sobre la Teología Rabínica, obra publicada a principios del siglo XX, encontramos que el motivo substitutivo se aplica sobre Moshe/Moisés, sobre algunos rabbis, e incluso sobre algunos inocentes, citando precisamente Isaías 53.
La expiación de sufrimiento y muerte, no se limita a la persona sufriente.
El efecto de la expiación se extiende a toda la generación.
Este es especialmente el caso de aquellos que sufren pues no puede ser por razón de su vida justa o su juventud el hecho que merezcan las aflicciones que vienen sobre ellos.
La muerte de los justos expía tanto como ciertos sacrificios.

Mechilta, 72b

También son aplicadas a Moisés las palabras escrituriales 'Y llevó los pecados de muchos' (Isaías 53:12), por la ofrenda de sí mismo como expiación por el pecado de Israel con al ecerro de oro, estando dispuesto a sacrificar su alma por Israel cuando dijo 'que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de Tu libro (es decir, del Libro de los Vivos) que has escrito', (Éxodo 32:32).
Sotah, 14a and Berachoth 32a

Esta disposición a sacrificarse por Israel es característico de todos los grandes hombres de Israel, los patriarcas y los profetas actúan del mismo modo, mientras que también algunos rabinos, en algunas ocasiones exclaman 'Contempla, soy la expiación de Israel'.
Mechilta, 2a; Mishnah Negaim 2.1
Solomon Schechter, Aspects of Rabbinic Theology:310
Y no solo eso, hay dos claros ejemplos en la literatura intertestamental judía que ilustran cómo la muerte de los mártires de la causa judía se interpretó de este modo,
37 Yo, como mis hermanos, entrego mi cuerpo y mi alma por las leyes de nuestros padres, invocando a Dios para que pronto se muestro propicio con nuestra nación y para que te haga confesar, a fuerza de aflicciones y golpes, que él es el único Dios.
38 ¡Ojalá que se detenga en mí y en mis hermanos la ira del Todopoderoso, justamente desencadenada sobre todo nuestro pueblo!

2 Macabeos 7:37-38

26 Cuando fue quemado hasta sus huesos y a punto de expirar, levantó sus ojos a Dios y dijo,
27 Sabes, oh Dios, que aunque pueda ser salvo, estoy muriendo estos tormentos por la Ley.
28 Ten misericordia de Tu pueblo, y permite que nuestro sufrimiento sea suficiente para ellos,
29 Haz de mi sangre su purificación, y toma mi vida a cambio de la suya.

4 Macabeos 6:26-29

20 Y ellos, que se santificaron por causa de Dios, no sólo fueron honrados con tal honor, sino también con el de lograr que los enemigos no dominaran a nuestro pueblo,
21 que el tirano fuera castigado y nuestra patria purificada: sirvieron de rescate por los pecados de nuestro pueblo.
22 Por la sangre de aquellos justos y por su muerte propiciatoria, la divina providencia salvó al antes malvado Israel.

4 Macabeos 17:20-22

3 Por eso aquéllos, al ofrecer sus cuerpos a los sufrimientos por causa de la piedad, no sólo consiguieron la admiración de los hombres, sino que fueron considerados dignos de una herencia divina.
4 Gracias a ellos, la nación recobró la paz: restablecieron la observancia de la ley en nuestra patria y obligaron a los enemigos a capitular.

4 Macabeos 18:3-4
Una vez visto lo visto, no tienen base las palabras de todos aquellos que consideran impensable la interpretación de Isaías 53 del modo en que Dios nos reveló.

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