27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.En otras palabras, Jesús no niega nuestra experiencia pasada de verguenza, traición, soledad y dolor, sino que básicamente la redime.
28 Entonces Tomás respondió y le dijo:
!!Señor mío, y Dios mío!
Juan 20:27-28
17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?
Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió:
Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo.
Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.
Juan 21:17
Sin embargo, igual que el cuerpo en cuyas marcas los incrédulos son llamados a examinar, el Señor no redime nuestro pasado como si jamás hubiera existido, sino que lo regenera dejando las señales necesarias que ayudarán a los demás a confesar su Nombre.
Todo lo que nos acontece es por alguna razón, bendito sea el Señor que nos enseña a través de cualquier circunstancia y obra en nuestras vidas si se lo permitimos. Gracias Señor por venir a buscarme!
ResponderEliminarHe dado con este blog y me gusta lo que he leído DTB