lunes, 31 de marzo de 2014

De Cómo Nuestra Vida Cristiana Puede Engordar a Satanás...

4 Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron.
19 Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.

Mateo 13:4,19
En ocasiones nos preguntamos porque la semilla que plantamos no brota como debiera, y la razón no es que haya caído en mala tierra, sino que hemos estado plantando nuestra semilla, no la de Jesús.

El pastor que predica para aumentar el número de feligreses siembra su semilla no la del Señor, el hermano que predica para hacer proselitismo siembre su semilla no la del Señor, el idiota que predica para combatir diferente exégesis siembre su semilla no la del Señor, etc...

Cierto, no es casual que el Diablo sea comparado a un pájaro que devora la semilla sembrada, pues somos su principal fuente de alimento.

Nuestras semillas son perversas porque tienen parte de verdad, pues toda media verdad es una completa mentira, de ahí que cada vez que anteponemos nuestros fines a los de Dios, engordamos al Padre de la Mentira.

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