martes, 18 de febrero de 2014

De Señales, Amistades y Enemistades...

4 La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Y dejándolos, se fue.
Mateo 16:4
Jonás/Israel es llamado a predicar arrepentimiento a las naciones, pero dada su negativa a reconocer que el Dios de Israel es el Señor del mundo, no simplemente el de una pequeña nación en medio del desierto, es expulsado al exilio del caudaloso mar de unas naciones que no tienen problema alguno en engullirle.

El exilio llega a su fin cuando Dios decide que llegue a su fin, y Dios decide poner fin al exilio cuando Jonás/Israel reconoce la Soberanía del Dios de los peces, de las naciones e Israel. Aunque no necesariamente en ese orden...

Jonás/Israel abre el conocimiento de Dios a sus enemigos para que dejen de ser enemigos de Dios, pero por la dureza de su corazón, Jonás/Israel se enemista con el Dios con quienes ha amistado a sus enemigos.

Jonás/Israel ha sido provocado a celos con una nación que no es nación, con lo cual uno se pregunta si Jesús tenía en mente esto cuando habló de la señal del profeta Jonás...

lunes, 17 de febrero de 2014

De que Solo Dios Da Vida...

22 Y de la costilla que YHWH Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
Génesis 2:22

18 [...] Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.
Mateo 1:18
No es casualidad que del primer Adan proviniera -sin hembra de por medio- la mujer de la que -sin varón de por medio- siglos más tarde provino el segundo Adan.

No es casualidad, decía, pues ambos relatos subrayan que Dios es la única Fuente de Vida.

domingo, 16 de febrero de 2014

De que tras Su Resurrección, Jesús se Manifiesta a través de Su Nuevo Cuerpo Transformado: la Nueva Comunidad...

8 Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó.
25 Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
18 Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.
Juan 20:8,18,25
Hubo luchas y dudas en aquella mañana de Pascua, tantas o más que en los días y semanas que la siguieron, pero ni una sola lucha ni una sola duda representaron un obstáculo para la Fe. Fueron la condición previa necesaria.

Pero lo que los primeros discípulos de Jesús fueron a ver a la tumbra es aquello a lo que somos llamados a comprender:
Una tumba vacía, la muerte absorbida por la Vida, un trato con Dios más cercano a lo que es una verdadera relación que a la esteril religiosidad dogmática.

Pero el reto para la de Magdala y el resto de apóstoles no fue simplemente testificar la nueva realidad de una tumba vacía, sino el dar testimonio de una nueva forma de vida.
Esta nueva existencia es posible y dada a conocer a través de la vida, muerte y resurrección de aquel que es amigo, hermano y Señor de sus vidas. Y dicha existencia es llamada a reunir la nueva Comunidad, una Comunidad cuya puerta de acceso es el más sincero arrepentimiento, la Muerte al Yo en el Mesías de Dios.

Y es que a partir de aquella mañana, Jesús se manifestará a través de su nuevo cuerpo transformado por la Muerte: la Comunidad.

Cierto, uno forma parte de la comunidad no porque habla de Jesús sino porque a través de su vida en comunidad, le muestra, le da a conocer, y pone en práctica la muerte y resurrección diaria.
Esta es la comunidad que vence a la Muerte y que junto a la de Magdala lleva a decir a los de fuera: Hemos visto al Señor.

sábado, 15 de febrero de 2014

De Confesiones Personales... (1)

39 Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.
Juan 9:39
Una vez mi pastor me preguntó que dónde estaban y quiénes eran los hermanos invisibles de la iglesia.
Con ello pretendía obligarme a autoexaminarme, para así preguntarme por qué yo había ignorado y relegado a la invisibilidad, precisamente a aquellos hermanos más píos y devotos.

La respuesta era sencilla: yo tenía mentalidad carnal y sin darme cuenta despreciaba lo que Dios apreciaba.
Y es que no es que ellos fueran ivisibles sino que yo estaba ciego a lo fundamental, al fundamento que es Cristo.

Cierto, era una época paradójica en la que -viviendo por y para Dios- yo era absolutamente carnal, y la manera en la que desperté a mi paradoja fue la siguiente.

Mi vida cristiana era un contínuo trabajar para crecer en santidad a imagen de Jesús.
No había nada que no pudiera ayudarme a crecer a imagen de Jesús que yo no hiciera: salir a predicar, estudiar la Palabra, ir a limpiar la iglesia, ayudar a hermanos, colaborar en comedor de indigentes, etc...

Aparentemente, yo era todo piedad, todo espiritualidad.

Pero Dios...
Pero Dios, que es rico en Misericordia, me hizo asistir a un encuentro de varios miembros de distintas iglesias para predicar por las calles de Barcelona.

Como de costumbre, antes de salir nos reunimos a orar, y el hermano que lideraba el encuentro dijo algo que en mi miopía me pareció absurdo:
Salgamos a las calles a glorificar y exaltar el Nombre de Jesus...

Lo primero que pensé fue Qué pérdida de tiempo, qué saco Yo de eso...?

La razón que motivó mi estúpida reacción fue que yo estaba tan centrado en mí mismo -en crecer a imagen de Jesús- que nada que no redundara en MI beneficio me parecía de provecho.

Es decir, a pesar de que mis motivaciones personales eran asolutamente espirituales e incluso cristocéntricas, lo cierto es que el egocentrismo impregnaba toda mi vida cristiana.

Yo era un lobo disfrazado de oveja, perverso en mi interior aunque como un ángel de Luz en mi exterior.
Y es que así de escalofriante es el poder de la religiosidad carnal.

viernes, 14 de febrero de 2014

De Jesús y la Revelación de lo Mortecino de Nuestros Sentidos...

41 Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece.
Juan 9:41
En el Evangelio de Juan, a través de las personas que se topan con Jesús, Dios nos revela lo espiritualmente muertos que tenemos nuestros sentidos.

Cierto, pues primero Jesús enseña a Nicodemo su incapacidad de escuchar el sonido del viento del Espíritu; después muestra a la mujer su necesidad de nueva vida que deviene al probar el Agua Viva que es el Espíritu; más adelante da vista a un hombre nacido ciego y revela la ceguera de los que creen ver; y finalmente el Señor emplea el mal olor de Lázaro para mostrar que ningún hijo de Dios permanecerá muerto delante Suyo.

Al revelar lo mortecino de nuestros sentidos, Jesús pone de manifiesto nuestra impotencia en el terreno de lo espiritual.

Pero Dios no niega ni uno de los cinco sentidos, los reconduce para que veamos lo que ojo no ve, escuchemos lo que oído no oyó y vivamos al fin la vida que en nuestra ignorancia no quisimos vivir.

Y es que el paso de muerte a Vida es la recuperación de nuestros sentidos para así poder ver, probar, oler, sentir y escuchar por primera vez -igual que un niño pequeño- los misterios de Dios.

De que Lo Eterno Requiere una Eternidad...

2 Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús.
3 Como todas las cosas que pertenecen a la Vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder...
2 Pedro 1:2-3
En efecto, el conocimiento de Dios no es algo que se alcanza en una noche, de ahí que dado que el Objeto a conocer es eterno, sea necesaria una eternidad.
Esta es la razón por la que Dios concede Vida eterna a aquellos a los que se manifiesta:
Para que alcancen el Conocimiento pleno.

jueves, 13 de febrero de 2014

miércoles, 12 de febrero de 2014

De Autoexaminaciones, Caballos y Pagas por el Pecado...

5 ¿Por qué es este pueblo de Jerusalén rebelde con rebeldía perpetua? Abrazaron el engaño, y no han querido volverse.
6 Escuché y oí; no hablan rectamente, no hay hombre que se arrepienta de su mal, diciendo: ¿Qué he hecho? Cada cual se volvió a su propia carrera, como caballo que arremete con ímpetu a la batalla.

Jeremías 8:5-6
Exacto, el Templo había sido restaurado, finalmente se le daba el uso adecuado, y la misma gente que se regocijaba de poder participar en sus cultos, conservaba sus ídolos en casa.
Alguien ha dicho hipocresía religiosa...?

Pero nada es casual, pues Dios permitió que los israelitas que se empapaban de Su Palabra cada día, se remojaran en su pecado por una simple razón:
Demostrar que a pesar de gozar de las condiciones espirituales más favorables, el hombre siempre preferirá su pecado antes que a Dios.

En efecto, el ser humano en estado natural no hará jamás un ejercicio de introspección -de ahí que Dios lamente que nadie se pregunte ¿Qué he hecho?, pues la autoexaminación es la raíz de todo arrepentimiento- a no ser que crea que puede sacar algún tipo de provecho de ello.
Es decir, el marido alcholizado dejará la botella por la ruina que le causa, pero no porque sea pecado, dado que es ciego e insensible a todo lo espiritual.
Este es el punto.

Esta es la razón por la que el profeta dice que el hombre no arrepentido arremete hacia su pecado como un caballo que acelera hacia la batalla, pues ella acabará con su vida por otra razón muy sencilla:
La paga del pecado es Muerte.

martes, 11 de febrero de 2014

De Herodes como Epítome del Hombre Religioso...

Porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era varón justo y santo, y le guardaba a salvo; y oyéndole, se quedaba muy perplejo, pero le escuchaba de buena gana.
Marcos 6:20
En efecto, Herodes es el prototipo del hombre religioso alejado de Dios.

Cierto, pues primero Herodes sentía admiración por la evidencia en lo tangible de la obra de lo intangible,
Herodes temía a Juan, sabiendo que era varón justo y santo,
Pero le escuchaba de buena gana
.
Segundo Herodes, motivado por dicha presencia hizo buenas obras,
Y le guardaba a salvo...
Y tercero, dado que su actuar no era producto del arrepentimiento, su conciencia no le dejaba en paz,
Se quedaba muy perplejo...

Y,

14 Oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre se había hecho notorio; y dijo:
Juan el Bautista ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él estos poderes
.

Marcos 6:14
A veces, cuando veo a hermanos obsesionados con acabar con el ateísmo, me gusta recordarles que fueron precisamente los religiosos los que conspiraron y mataron a Jesús.
Triste miopía la que nos lleva a confundir religiosidad con Paz con Dios.

lunes, 10 de febrero de 2014

De 2 Corintios 3 o Cómo para Pablo Jesús es la Ley de Dios encarnada en el Poder del Santo Espíritu de Dios la cual Opera en Nuestra Justificación Diaria que Es por Fe... (2)

Sigamos.
El argumento de Pablo se sigue desarrollando más adelante,
4 Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios;
5 no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, 6 el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.

2 Corintios 3:4-6
Exacto, que la letra mata, mas el espíritu vivifica no es un principio abstracto sore obediencias externas e internas, sino que esta enseñanza está bebiendo de Moisés y los profetas.

Cuando a Israel se le entregó el ayo que es la Torah, permanecía en Adan.
Tanto en su tierra como en el exilio, Israel estaba posicionalmente en el primer exiliado de todos: Adan, alejada de la presencia, de la Paz de Dios que es la libertad del yugo del pecado.

Ah, pero ahora, dice Pablo, el Espíritu de Dios está cerca y nos acerca a Dios.
El Espíritu vivifica no porque se haya deshecho de la Ley, sino porque la ha revelado en Cristo el cual es la Ley eterna de Dios, la Nueva Torah.

Pero para entender la teología de Pablo sobre la Ley, uno debe tomar en cuenta la enseñanza judía sobre la Sabiduría.
Según Moisés, la Torah misma es la Sabiduría de Dios,
6 Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra Sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta.
Deuteronomio 4:6
La Torah es según Pablo la Sabiduría de Dios, lde ahí que conocer a Jesús haga sabio al sencillo.

Cierto, en su primera epístola, Pablo apunta a Jesús como la Sabiduría de Dios,
30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
1 Corintios 1:30
La Sabiduría de Dios que es la Torah ha sido revelada en Jesús, pues Jesús -la Sabiduría de Dios- es la encarnación de la Torah.

Para Pablo, el Nuevo Pacto por el Espíritu ha sido iniciado en la resurrección de Jesús. El Nuevo Israel -el conjunto de judíos y gentiles que están en Cristo es la Asamblea, la Ekklesia de Dios, y Jesús es la Nueva Ley revelada por el Espíritu.

En consecuencia, el discípulo vive el Nuevo Pacto cuando en el Poder del Espíritu muere y resucita con Cristo, siendo uno con él, y siendo objeto por tanto, de sus méritos, de todo aquello que Jesús consiguió mediante su vida y muerte.

La letra mata pues el corazón de Israel era de piedra, dado que jamás recibió el Espíritu. Sin embargo, bajo el Nuevo Pacto de Gracia, Dios hace por nosotros lo que nosotros no podíamos hacer, y nos da mediante la acción del Espíritu un corazón de carne que en unión con Jesús nos permite andar bajo la Nueva Torah.

Pero fijémonos qué dice Pablo más adelante,
7 Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer,
8 ¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu?
9 Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación.

2 Corintios 3:7-9
Nótese el paralelo entre ambos ministerios. La enseñanza de Pablo sobre la justificación es eminentemente jurídica, de ahí la metáfora del juicio, pero hay que tener en cuenta el modo en que es otorgada dicha justicia.

Es decir, la condenación que es lo opuesto a la justificación es muerte, de ahí que justificación sea Vida.

Esta es la razón por la que en Romanos Pablo contrasta condenación con justificación para vida.
La base para sostener esto es Jesús, el cual tomó sobre sí la maldición de Israel del exilio (lejanía de Dios y por tanto muerte).
Y dado que el exilio es muerte, mediante su propia muerte voluntaria, Jesús se llevó la maldición de Israel que era reflejo y resultado del primer exilio y maldición: la de Adan.

Jesús murió al cargar con nuestros pecados, pero como la condenación de la muerte fue derrotada en la cruz, Dios levantó a Jesús de los muertos.
Cierto, la resurrección de Jesús es la declaración de Justicia de Dios para con el Mesías, de ahí que todo el que muera con él mediante la fe que otorga el Espíritu, sea levantado de entre los muertos en vida en él y por tanto, sea justificado.

Queda mucho más que explicar, pero para no hacer esta entrada muy larga, continuaremos en una tercera parte.